14 de diciembre de 2013

“A nadie le amarga un dulce” esta Navidad


Dulces conventuales del Monasterio de Santa Clementina en la muestra del Real Alcázar. CGM ©

Según el estudio de consumo navideño realizado por Deloitte, los españoles están recuperando la ilusión que les había arrebatada la arrolladora crisis económica y esperan que la Navidad de 2013 llegue a todos los hogares. Se prevé que el regalo estrella este año vuelvan a ser los dulces, en todas sus variedades: chocolates, turrones y por supuesto, los protagonistas absolutos de la época más festiva: los dulces navideños.



Los mantecados de Estepa han hecho famosa a la provincia de Sevilla. No sólo es la zona en la que más fábricas de dulces navideños hay en España (23 en total, 20 de ellas con la marca de calidad de Indicación Geográfica Protegida), sino también la que goza de mayor fama por la calidad de sus productos. Archiconocidos como la Estepeña y el Patriarca nutren la navidad de todo el país de los mantecados y polvorones más típicos. La Diputación de Sevilla, por octavo año consecutivo, ha conseguir “colar” los productos estepeños en Renfe, y es que durante estas fiestas, se repartirán casi diez mil kilos de mantecados de canela en el AVE Sevilla-Madrid y en el resto de trenes de larga distancia que salen de la capital con destino al resto de la comunidad andaluza. Se calcula que 850.000 viajeros degustarán el famoso mantecado hasta el próximo 6 de enero.

La iniciativa lleva ocho años teniendo éxito, impulsando la economía del municipio. Y es que la industria del mantecado estepeño consigue reducir el paro de sus vecinos hasta el 6%. El polvorón, el mantecado, el alfajor y el rosco de vino son los cuatro tesoros gastronómicos que dan trabajo a más del 40% de la población de agosto a diciembre.

Pero no todo se queda en Estepa. En Sevilla capital y también la zona del Aljarafe ya son parte del imaginario popular los dulces de convento. Nadie conoce el secreto que se esconde tras los muros conventuales, pero sí es vox pópuli la artesanía de las religiosas en la materia. Un dulce hecho a mano se nota. Y por eso es allí donde se cocinan los más exquisitos.

Expositor de dulces. CGM ©
Clementinas, piñoneadas, hojaldres, cortadillos, dulces de leche, yemas, mazapanes, bocaditos de almendra, roscos de vino, magdalenas, pestiños, tocinos de cielo, delicias de coco, cabello de ángel, borrachuelos, trufas, empanadillas y bombones. La lista de opciones es interminable, parte de un recetario antiquísimo que no pierde valor con el paso del tiempo.

Cada año, en el puente de la Inmaculada, el Real Alcázar de Sevilla acoge una muestra anual de estos exquisitos Dulces de Convento, para que todos aquellos amantes de este particular género gastronómico puedan comprar, en un mismo lugar, sus dulces favoritos. Y aunque los tornos de los conventos están abiertos casi todo el año, para muchos, esta cita es el verdadero inicio de las navidades sevillanas. Imprescindible para el que peque de goloso llevarse a casa unas yemas de San Leandro, un bote de la mermelada o jalea de Santa Paula, o una cajita de las carmelitas del convento de Santa Ana.

Andalucía siempre apuesta fuerte por la campaña de los dulces navideños, en particular del mantecado, porque es un signo del crecimiento de la economía en el sur.

Fuentes: ABC, Deloitte, Lainformación.com

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